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sábado, 26 de octubre de 2024

El pastorcillo sordo

 EL PASTORCILLO SORDO

Villancico del pastorcillo sordo. Este pastorcillo sordo no se entera de nada; pero también acude al Portal con devoción.

Este es uno de mis primeros poemas villancico. Era lógico que así fuera pues yo padezco una sordera postlocutiva neurosensorial moderada con una pérdida en torno a 50 dB, casi en el borde del volumen habitual del habla. Se da, inevitablemente en mi caso, una identificación con el pastorcillo sordo muy evidente. Incluso puede percibirse un error gramatical en el sujeto de la narración (que pasa de ser descrito en tercera persona a aparecer en algún caso en primera persona; lapsus que evidencia que pensaba en mí mismo cuando lo estaba componiendo) “Y yo no los oía” (en el segundo 47). No he querido corregir este detalle tan revelador.

De forma explícita se van exponiendo los problemas que padecen las personas sordas para integrarse en la sociedad:  el mayor acontecimiento de la humanidad (según los cristianos) se desarrolla ante él sin que se entere de nada. Hay por eso un aire triste y melancólico en toda la canción. Al final el pobre pastorcillo se da cuenta del excepcional acontecimiento y, como uno más -o mejor dicho, de manera especial, con sus cuatro sentidos intactos aún más sensibilizados- adora al Niño en el Portal.  Los coros en las vocalizaciones aportan un aura épica a esta historia. Coros muy bien traídos, por cierto.

 Estoy viendo en mi móvil la imagen que preside las letras en el video que genera automáticamente la IA de Suno. En él se ve a un joven pastor, casi un niño, durmiendo en primer plano ante lo que parecen las puertas de una ciudad por donde transitan con aparente bullicio pastores con su rebaño, los Reyes en sus camellos, caravanas multitudinarias… Aprovecho para comentar que el programa SUNO realiza estos vídeos y proporciona, por sí mismo, imágenes alusivas a la letra. Sin embargo este no es su fuerte y, aprovechando que permite el cambio de imagen por otra de nustra elección creo por mi parte de manera frecuente imágenes desde otros programas de IA más sólidos, como puede ser Copilot. Aunque, a veces, las imágenes resultan ridículas, extrañas o tienen los restros emborronados (para sortear los derechos de autor); suelen proporcionar estampas muy bellas que, de otro modo, me resultaría difícil de conseguir. Además me libro de problemas con el copyright. Reflexionando sobre este proceso he llegado a la conclusión de que la IA aplicada a la música utiliza estrategias similares a la aplicada a las imágenes. Por ejemplo:

  • Ambas utilizan una enorme base de datos con elementos del género (pictóricos o melódicos) extraídos, seguramente, de obras publicadas.
  • En ambos casos existe seguramente un laborioso y determinante proceso de extracción de elementos (personajes, paisajes, objetos, estilos pictóricos…) en la imagen y melodías, ritmos, géneros y estilos, voces, pasajes musicales, armonías básicas… en la aplicada a la música. Las herramientas de recorte, supresión o intercambio de fondos, etc; realizadas automáticamente o manejadas  por un ejército de trabajadores aislan esos elementos y los categorizan.

  •  En ambos casos media una labor de clasificación y categorización intensiva.
  •  Técnicos de imagen y composición visual (en el caso de las imágenes) y músicos especialistas en acompañamiento, edición musical, intrumentación (en el caso de la música) editan estructuras armónicas adecuadas para integrar esos elementos insertándolos de forma más o menos imperceptible en la nueva imagen o melodía.

  • Para evitar la detección de imágenes o melodías con derechos de autor registrados realizan pequeñas (o grandes, en ocasiones) modificaciones al resultado. Así en las imágenes de Copilot nos encontramos con rostros deformados intencionadamente, miembros repetidos o mutilados, falta de proporcionalidad en los elementos…
  • Igualmente SUNO elabora melodias que cambian tonos o pasajes sustituyendo notas (mantienen la armonía, generalmente), instrumentos, ritmos... pero dejando la melodia reconocible tras esa cortina de humo. A veces, por error del programa, se ha colado la melodía original (la que sustenta la estructura que propone) dejando al descubierto su truco… En realidad toman sus “partituras” de ¡millones! de piezas que, probablemente, consiguen accediendo a la red; pero las modificaciones que establecen (con mucha habilidad, ciertamente; pues sus músicos y arreglistas profesionales saben hacerlo muy bien) son más que suficientes para pasar el filtro de los programas que detectan plagios. En el caso de SUNO, se conceden “derechos de autor” al que se registra en la versión Pro, como es mi caso, con lo que estos villancicos no tendrán este problema (espero). En concreto, Youtube, que realiza análisis de cada video publicado en su portal atendiendo a una base de datos muy completa, no me ha descartado ninguna canción publicada por detectar derechos de autor.

En realidad lo que hace SUNO es crear un "cover" de alguna canción que se adapta (por tema, estilo o indicaciones de los promps) a tus propuestas. De hecho, una de sus últimas funciones aparecida en septiembre de este año (2024) permite subir melodías y relizarcover o versiones de las mismas. El término cover, de la lengua inglesa, puede traducirse como “cubierta” o “tapa”. En nuestro idioma, su uso aparece en el ámbito musical para referirse a una canción de un autor o intérprete que es versionada por otro músico. Algunos villancicos están creados mediante cover (versiones) de otras canciones o villancicos conocidos. Es el caso de algunos villancicos que se emitirán dentro de algunas semanas como “Se lo den” (que versiona de alguna manera a “El burrito sabanero”, “Los Reyes de Pedrito” (“Como los reyes de Galilea”) o “Carita de amor” (“Las hermanas de la caridad” de Leonard Cohen)





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