MI MAMÁ MARÍA
Mi mamá María: Jesús nos presenta a su madre. |
Hablaré primero un poco del harpsichord (clavicémbalo, clavecín, cémbalo… según el idoma). Es este un intrumento que aparece de fondo en el villancico y que es tocado por medio de un teclado. El clavicémbalo se utilizó ampliamente en la música renacentista y barroca, tanto como instrumento de acompañamiento como instrumento solista. Era una parte estándar del grupo de continuo . La parte de bajo continuo actuó como base para muchas piezas musicales de esta era. Al igual que un órgano de tubos, un clavicémbalo puede tener más de un teclado manual.
El klezmer (en hebreo “instrumento de canto”) es una música instrumental festiva que hace un siglo o más se interpretaba en las comunidades judías de Europa del Este como acompañamiento de bodas o festividades religiosas alegres. El término ‘klezmer’ – que usamos todos hoy – era entonces peyorativo: significaba un tipo pobre que tocaba música vulgar y poco evolucionada. Los klezmoirim no eran músicos muy populares. Cuando tocaban, cada uno agregaba su proia armonía, lo que pasaba por su mente, según su talento o su inspiración. “No valía mucho, no valía casi nada”; pero hoy en día el término se ha vuelto bastante elogioso para el músico, y en el lenguaje cotidiano también califica la música judía tradicional de Europa del Este, así como todos sus derivados más contemporáneos.
A principios del siglo XX, cientos de miles de judíos de Europa central y oriental, que huían de los pogromos y la pobreza, emigraron a Estados Unidos. Entre ellos, muchos músicos encontraron trabajo en teatros, cabarets, hoteles, cafés, circos y, posteriormente, cines. La comunidad judía estadounidense continuó solicitando klezmoirim para bodas y otras fiestas tradicionales. A partir de los Estados Unidos, esta “nueva ola” klezmer regresó pronto a Europa e Israel. Si bien el klezmer está vivo y coleando, sin embargo ha evolucionado mucho: los instrumentos y el repertorio actualmente en uso dan testimonio de ello. Si bien el repertorio es variado, el hecho es que el klezmer es un género musical fácilmente reconocible, incluso para el profano.
Hoy, los músicos de klezmer oscilan entre el respeto, la tradición y la modernidad. Algunos hacen un trabajo de respeto y fidelidad al reproducir los sonidos y arreglos del pasado. Los demás han mantenido al klezmer en su función paralitúrgica tocando en bodas y fiestas judías. Los últimos, finalmente, que son con mucho los más numerosos, combinan su música con la música contemporánea, el jazz, las músicas del mundo. Hay que decir que el particularismo del klezmer se supera por el universalismo de sus inspiraciones: una mezcla de música folklórica rumana, rusa, polaca, ucraniana, lituana, húngara, griega, otomana (turca o árabe), y especialmente gitana. ¿No es el klezmer entonces una de las primeras músicas de “fusión”?
Las aclaraciones sobre estos dos elementos, clavicémbalo y klezmer, vienen a cuento por ser el estilo de este breve y ligero villancico. Es un ejemplo típico de lo explicado anteriormente: El uso de un clavicémbalo con pasajes rápidos y juguetones, de apariencia improvisada, en forma de bajo continuo y un aire festivo que invita a la danza: una danza judía tradicional. Está elegido precisamene por eso, para describir a una judía muy especial para el narrador y todos nosotros: María, la madre de Jesús. Es natural que su hijo piense en ella con cariño, con dulzura, con personalidad juguetona y alegre ¡justo como es el klezner!
Presentado por un violín (instrumento portátil muy frecuente en el género) cede enseguida el protagonismo al harpsichord y las voces, con un ritmo y percusión que invitan al baile. La voz principal (la del Niño Jesús) nos va presentando a su madre, con una descripción evidentemente cariñosa. Los coros insinúan un baile de celebración entre cada estrofa al estilo judío.
De entre los personajes presentes en el portal (Jesús recién nacido aparte) María, su madre, ocupa el lugar de honor. El homenajeado por Reyes y pastores, no puede evitar dirigirse a los adoradores y presentarles a la otra gran protagonista, puesta muchas veces en segundo plano: su madre María. La describe brevemente y refiere algunos parentescos. Todo rápido y alegre como la música klezner de bodas y bautizos, en apenas un minuto y 20 segundos…
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