CARITA DE AMOR
Carita de amor (Sisters of Mercy”, Leonard Cohen) |
Dylan, que tiene ochenta y tres años, no juega a menudo el rol de crítico musical; pero demostró entusiasmo en su día al hablar de L. Cohen. Ante la pregunta sobre cuáles eran los mejores autores de canciones en el panorama musical respondió crítica y detalladamente – nada críptico o elusivo- a propósito de Leonard Cohen:
“Cuando la gente habla de Leonard, olvida mencionar sus melodías, que para mí, junto con sus letras, es donde reside su genio”, dijo Dylan. “Incluso las líneas de contrapunto – le dan un carácter celestial y un sustento melódico a todas sus canciones. Por lo que yo sé, nadie más ha llegado a esto en la música moderna. Incluso la canción más simple, como “The Law”, que está estructurada por dos acordes fundamentales, tiene líneas contrapuestas que son esenciales, y cualquiera que aún piense en hacer esta canción y guste de la letra, tendrá que basarse en estas líneas contrapuestas”.
“Su don o su genio reside en su vínculo con la música de las esferas”, prosiguió Dylan. “En la canción «Sisters of Mercy», por caso, los versos son cuatro líneas fundamentales que cambian y se mueven a intervalos predecibles… pero la canción no tiene nada de predecible. La canción arranca y establece un hecho. Y luego nada podría suceder, pero sucede, pues Leonard permite que suceda. Su tono está lejos de ser burlón o condescendiente. Es un amante terco que no reconoce el rechazo. Leonard está siempre por encima de todo. “Sisters of Mercy” está hecha verso tras verso de cuatro líneas distintivas, de métrica perfecta, sin estribillo, temblando por el drama. La primera línea empieza en un tono menor. La segunda línea va de menor a mayor y sube, y cambia la melodía y la variación. La tercera línea sube más alto incluso, hacia un grado diferente, y es entonces que la cuarta línea vuelve al principio. Este es un tema aparentemente inusual, con o sin letra. Pero es tan sutil que quien escucha no se da cuenta que está siendo llevado por un viaje musical y que lo arrojan en algún lugar, con o sin letra”.
Me pareció interesante incluír aquí estas opiniones del cantor y poeta nóbel de literatura del año 2016 sobre otro ilustre premiado (Premio Príncesa de Asturias de 2011 de las Letras). Y resalto los apuntes críticos sobre esta canció que no dudé en convertir en villancico.
Como cada canción tiene su historia voy a dedicar algunas líneas a la de este tema. Cohen tenía en mente algunas melodías a las que daba vuetas de vez en cuando y,por aquel entonces (1966), atravesaba una etapa muy vulnerable . Buscaba internamente redención para los problemas personales y espirituales que le atormentaban. Cierto día lluvioso, paseando por Montreal, fue a refugiarse bajo un soportal y se encontró allí con dos jóvenes mochileras que se habían refugiado igualmente en el lugar. Entabló con ellas una agradable conversación y las invitó a que descansaran en la habitación de su hotel. Estas chicas le proporcionaron la amistad y el apoyo que necesitaba en aquellos momentos para salir adelante; algo así como la misericordia y el consuelo que «Las Hermanas de la Caridad" (en su imaginación idealizadas como seres angelicales) proporcionan a los desamparados. En realidad la idealización no es tan espiritual; Cohen mantiene cierta tensión entre lo divino y lo humano al describir el encuentro. Cuenta el propio Cohen tras que llegar a la habitación del hotel las dejó descansar en su cama mientras él, con la guitarra el regazo, las contemplaba durmiendo plácidamente, agotadas, durante toda la noche. En esas horas remató una de sus melodías pendientes completando una de las más hermosas y emotivas canciones de su repertorio.
Conmovido por esta canción, que siempre me sonó a villancico, me propuse hacer una adaptación y dedicársela a mi sobrino Pedro que había nacido año y medio antes. Quise reflejar en el villancico la excitación que provoca el parto en toda la familia y algo del ambiente del hospital (la doctora, que por cierto es tía de la critatura y atendió el parto, recomienda tras las visitas de los familiares que el niño descanse y duerma). La introducción, sin embargo, se sitúa en el mismo portal de Belén emparejando ese nacimiento tan trascendental con el más familiar de mi sobrino. Durante los meses siguientes el grupo de whatsapp familiar se llenó de mensajes, peticiones de fotos y videos y emoticonos en torno a los primeros acontecimientos de nuestro bebé. A aprtir de la primera estrofa toda la canción le está dedicada al pequeños. Si me empeñé en considerarlo villancico fue, salvando las distancias, porque la vida de un bebé es igual e todos los tiempos y lugares. Si el niño Jesús hubiera nacido hoy, sus primeros días estarían llenos circunstancias similares.
Introducir comentarios y emoticonos del whatsapp, creo que es una idea original. No conozco villancico alguno que los incluya. En el video que lo acompaña (con la letra no bien sincronizada pues pertenece a una versión con la canción original de L. Cohen) se aprecia muy bien el contexto de la letra.
Con el objetivo de ser lo más fiel posible a la voz y música original de L. Cohen en su tema he intentado «engañar» a Suno de muchas maneras. Para empezar la canción original no pude subirla (Suno permite subie dos minutos de cualquier grabación «personal»; pero para asegurarse de que es así y evitar problemas de derechos de autor pasa un filtro de canciones registradas). Suno permite separar las pistas de istruentos y música las voces en un idioma puedan ser cantadas en otro aunque suenan con fuerte acento extranjero como en la vida real. La pista de vocalización de Cohen logró pasar el filtro con su voz desnuda, pero en esos tiempos el programa alteraba la melodía hacia la segunda estrofa convirtiendo el proceso en algo farragoso. Una solución se ofreció en versiones posteriores de este programa de AI musical cuando una bonita versión de Judy Collins logró pasar el filtro. Resultó un alivio que una gran voz como la suya pudiera cantar en español. Había intentado que la madre del protagonista de la canción la cantara en versión karaoke aquella Navidad, pero, excusándose en su difícil entonación, me dejó solo a la hora de interpretarla (Tampoco interesó mucho al resto de la familia, todo hay que decirlo, pese a que personalmente la considero bellísima). Ahora, en la maravillosa voz de la cantante canadiense, suena realmente como un tierno villancico.
He comprobado que cuando Suno recibe una grabación altera el acompañamiento reduciéndolo a dos o tres instrumentos. Eso hace perder matices a la música; pero la versión producida es más sencilla, casi como una interpretación de músicos amateurs: ¡Justo lo que yo busco!
Te presento, pues la versión simplificada de Suno, con mi propia letra y el video (con grabaciones reales transformadas en comics animados) donde añado la versión sincronizada en forma de karaoke con la música de L. Cohen en formato midi (es decir también transformada en patitura para poderla interpretar por un sintetizador)
Espero que os guste. A mí me parece toda una proeza lograr algo así.
Carita de amor
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