Trocitos de cielo

 TROCITOS DE CIELO

Durante algunos años fui  profesor de asistencia domiciliaria. Lo explico. Estos profesores ambulantes se desplazan a casa de alumnos/as que, por alguna circunstancia (normalmente padecer alguna enfermedad que lo impide) no pueden acudir a se centro escolar. Nuestra Constitución recoge el derecho de todos los niños a una educación lo mejor posible. Es por ello que el estado proporciona personal docente para este menester. Con madrugones mayores que el resto y continuos desplazamientos a contrarreloj que dejaron mi pobre coche para el arrastre en un par de años me desplazaba a casa de mis alumnos con mi maleta de material (llevaba hasta una mini fotocopiadora portátil). Aquellos alumnos agradecían nuestra visita y conocí así a personitas maravillosas.

Inspirada en uno de mis alumnos tetrapléjico que no podía moverse de la cama donde yacía postrado compuse este villancico. El título me lo regaló sin saberlo su madre, que un día me renconvino por poner reparos a que una asociación le regalaran una tablet que yo pensaba que no podría utilizar. Literalmente me dijo: "Jesús, están forrados de pasta; no saben qué hacer con ella. Quieren su trocito de cielo. Déjales que le regalen la tablet; si luego no le sirve, te busco enseguida una docena de niños que le sacarán provecho... No lo dudes, quieren su trocito de cielo". Su trocito de cielo... su trocito de postal...

He reflexionado mucho sobre el asunto. La verdad es que me arrepentí inmediatamene, tras la reprimenda. Efectivamente, ¿Quién soy yo para poner pegas a un regalo como aquel? ¿Un regalo que, quizá de alguna manera, le podría haber sido útil? Lo hice de buena fe; pero creo que me aupé en el pedestal de mi presunción. 

Con cierto remordimiento escribí este poema, que es también un villancico. Lo her rescatado de mis viejos apuntes para incluírlo en esta colección. Si te fijas bien, comparo a pequeño Jesús (tendido e impotente en su pobre pesebre de paja) con mi alumno que, aunque ya mayor también yace sin postrado en su cama desde hace muchos años. En ambos casos destaco la sonrisa y la importancia que para ellos tiene su madre, su cuidadora. Para ella es la estrella que guardan estos dos personajes. 

Referí a Suno que la música estuviera relacionada con la Navidad, que fuera un villancico y que tuviera los componentes de: emocional, ternura, optimista, melódico e intenso; como instrumento solo apunté el violín.