VILLACICO DE PEDRITO
El pequeño Pedro era mi sobrino nieto, recién nacido. Costaba poco imaginarle en el parque con cualquier otro niño apenas hbiera crecido un poco. Y como el Niño Jesús, tendría sus compañeros de juego, sus padres vigilantes o a pacientes familiares departiendo con otros padres mientras cuidaban a sus pequeños.
En las navidades de año 2020 decidí felicitar las navidades con un pequeño villancico donde reflejaba estos pensamientos. Imaginé a Pedrito jugando en el parque (hoy en día lo veo así muchas veces). Quizá, más bien, con uno o dos años de edad y verdaderamente, lo que se cuenta en la canción, ocurre: Su familia acompañándolo (con sus nombres verdaderos), el trajín en el arenero, la emoción del tobogán y los juegos del parque, los otros niños moviéndose y jugando, los padres charlando con un ojo puesto siempre en el chiquitín, el miedo a que se haga daño... Mientras escribía esas líneas cada personaje tenía cara y, su papel estaba claro; lo veía representar cada día en los parques.
No cuesta mucho imaginarse a Jesús Niño, quizá todavía en Egipto, jugando en la arena, rebozado en el barro, corriendo por los alrededores de la pequeña casa que, probablemente, habitaran. Y las charlas y actividades compartidas de la joven madre, María la judía, departiendo con otras madres a la sombra de los árboles. El padre, José, seguramente trabajando; pero alegre como un chiquillo al volver a casa y abrazar a su hijo que le recibe corriendo hacia él, y exultante de gozo al ver la expresión del pequeño cuando le entrega un juguete de madera (acaso un caballito, una pequeña espada o una barquita para jugar en el río...) Y el continuo trajín: pañales que lavar, baños al niño (quizá en el mismo Nilo), la sencilla comida, casi siempre de frutas y verduras cultivadas en las huertas cercanas al río, puede que por su misma Madre... Un conjunto de imágenes atemporales, pues siempre ha sido así el cuidado de los hijos pequeños.
El estilo de la música se corresponde con el "acoustic raga" y con los atributos de "Navidad, villancico e infantil". Suno adivinó muy bien el espíritu y las emociones que subyacen bajo la letra y enfatiza determinados pasajes de forma certera (¡Me asombra Suno, a veces!) La verdad es que, cuando sobre el papel el texto no llama mucho la atención, al añadirle música gana mucho. Es el maravilloso poder de la música aplicado a la poesía. ¡Por eso estoy tan entusiasmado con este programa de AI!
Pasemos ya a escuhar este delicioso y sencillo pasaje musical que retrata un momento en el parque de un niño pequeño. Podría ser, sin mucha diferencia aparente, el mismo Niño Jesús.
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