Se apaga la vela

 SE APAGA LA VELA

Se apaga la vela: Entrañable situación en el portal al apagarse la única vela de que disponen.

Este villancico tiene un aire muy bonito y repetitivo que lo hace accesible y fácil de recordar. 

La estructura repetitiva (la repetición y la cadencia) es muy efectiva en los villancicos, ya que invita a la participación y facilita que la canción se quede en la memoria. Las frases recurrentes como "María, ¿qué hacemos? ¿Qué hacemos, José?" generan un ambiente de incertidumbre y necesidad, que luego es resuelto con la luz de la estrella. Esa repetición le da ritmo y crea una sensación de tranquilidad dentro de la escena.

La narrativa es sencilla pero efectiva: la historia es clara y fácil de seguir. Se describe la situación de una manera muy visual: la vela apagada, la mula y el buey asustados, María y José sin saber qué hacer, y luego la estrella que ilumina todo. Esta imagen es muy tradicional y apela al imaginario navideño clásico, lo cual conecta bien con la audiencia que busca villancicos tradicionales pero con un toque de novedad. La estrella además, es un símbolo central en la Navidad, y aquí actúa como salvadora, trayendo luz cuando todo parece estar en tinieblas. La estrella aparece como el elemento clave que trae calma y seguridad, destacando su importancia espiritual y simbólica. El ritmo es adecuado para un Villancico: usa frases cortas y el sistema de preguntas y respuestas entre María y José pretende mantener la atención del oyente. Esto le da un ritmo narrativo que funciona muy bien cantado o acompañado por una melodía suave y dulce.

Es uno de mis favoritos, tanto por su estructura, tan simple pero efectiva, como por la música y voces de las que le ha dotado Suno.

Corto y sencillo, no procede extenderse más. Os dejamos con este delicioso momneto en que la Sagrada Familia se queda a oscuras en el Portal.