LA VÍA MARIS
La Vía Maris: Relato de la huída de la Sagrada Familia desde Belén a Egipto a través del tramo de la calzada romana que, cercana a la costa, unía Gaza con Egipto. |
Me atraía la idea de hacer un villancico contando alguna anécdota en la huída a Egipto. Investigué un poco sobre los distintos caminos de la época. La actualmente llamada “Vía Maris” (Originalmente se la llamó Ruta de los Filisteos, en referencia a su paso a través de la planicie de Filistea. El nombre "Vía Maris" (en latín, camino del mar) proviene de la traducción del Nuevo Testamento al latín vulgar de la Vulgata, donde aparece mencionada) sería probablemente la ruta elegida. El trazdo de la vía sigue una antigua ruta comercial que desde la Edad de Bronce unía Egipto con los imperios de Siria, Anatolia y Mesopotamia y que aprovecharon los romanos para nutrir su extraordinaria red de calzadas en el Imperio.
Sobre plano parece que la ruta más lógica sería desde Jerusalén hasta Gaza, prosiguiendo después hasta Raphia (actual Rafah) que, según veo en los mapas del imperio, sería (como lo es hoy día) la puerta de entrada a Egipto. Desde allí, proseguirían posiblemente hasta Pelusium, importante ciudad romana situada poco antes del actual canal de Suez. Más o menos por aquí se pierden las pistas concretas de su itinerario aunque la tradición, los evangelios apócrifos y la leyenda la sitúan en numerosos lugares de Egipto: desde El Delta del Nilo (El Cairo) hasta ascendiendo el curso del Nilo hasta la ciudad de Asiut.
Me planteé el trayecto mínimo que deberían recorrer para huír de las huestes de Herodes. Según parece, en llegando a Rafah, se acabaría la jurisdición de Herodes por lo que estarían salvados (aunque no estoy seguro de esto). Suponiendo que fuera así, el itinerario más rápido pasaba por llegar cuanto antes a Gaza y enlazar con la calzada romana denominada “Ruta de los Filisteos” (Vía Maris) en dirección Rafha y, desde allí, dirigirse a la importante ciudad de Pelusium ya en el interior de Egipto.
He contrastado estas suposiciones con ayuda de una curiosa aplicación aparecida recientemente en internet. Se trata de “Orbis”, una especie de “Google Maps” donde puedes calcular rutas por las carreteras del Imperio Romano. La herramienta se basa en la Tabula Peutingeriana, un mapa de itinerarios por las calzadas romanas que incluye información sobre rutas y posadas a lo largo de estas. Fue realizado en el siglo IV d.C. y la copia más antigua se conserva en la Biblioteca Nacional de Austria en Viena.
Según el programa (que puede calcular distancias, kilómetros, coste, alternativas, etc; aplicadas a distintas variables como medio de transporte, rapidez, distintas velocidades…) la distancia de Jerusaléna Gaza por la ruta más corta se haría en 3 días (algo más de 100 km). Desde ahí se proseguía seguramente hasta Raphia (que coincide con el actual Rafha, unos 32 km.) otro día más; y desde ahí (los pudientes tomaban un barco, pero los pobres continuaban a pie) se dirigían a Pelusium (aproximadamente Port Said, a algo más 170 km.) otros 6 días de viaje a pie y a marcha rápida como corresponde a una huída. Después pudieron haber seguido hasta Menfis, ya en el delta de Nilo (200 km.) que serían 7 días más. Todo ello siguiendo la Vía Maris que venía desde Damasco.
La seguridad en las calzadas era muy relativa, de ahí que se crearan comisarías para combatir el bandidaje. Se nombraban «prefectos para la represión del bandidaje» y se construían fortalezas y campamentos militares cerca de las calzadas, desempeñando un papel en la vigilancia policial del Imperio. Por ello imagino en mi pequeño cuento que un grupo de legionarios realiza labores de policía y “realizan un control” a la Sagrada Familia. Posiblemente esas patrullas dependieran del gobernador de Galilea, Herodes, en el término de su jurisdición; pero en Egipto estuvieran supeditadas a otro gobernador con lo que, llegados allí, los perseguidos estarían a salvo.
Se sabe que Egipto era el país clásico de refugio político por ser provincia romana. Allí había muchos judíos, colonias florecientes y barrios habitados por ellos que prestaban socorro a sus conciudadanos.
Se piensa que algún tiempo después de la muerte de Herodes, la Sagrada Familia regresó de Egipto. Sin embargo la mayoría de los estudiosos sitúan la fecha de la muerte de Herodes en torno al año 4 a. C. con lo que sería imposible que éste hubiera ordenado su persecución o la matanza de los Inocentes. Es una de las numerosas contradiciones que aparecen en el Nuevo Testamento con respecto a la vida de Jesús.
Peor este villancico encantador relata una historia divertida. La anécdota que cuenta merecería figurar en alguno de los varios evangelios apódrifos que relatan la infancia de Jesús, normalmente con curiosos milagros obrados por el Santo Niño. No cuento más; es hora de escuchar el cuento.
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