YO PREFIERO UN CORDERITO
Yo prefiero un corderito. Deliciosa composición sobre la preferencia de Jesús por los corderitos ante cualquier otro animal. |
La iconografía navideña nos suele mostrar al Niño Jesús con un corderito cerca o junto a él. Esa preferencia por la inocencia de este dócil animal es el tema de este tierno villancico. La instrumentación no puede ser más sencilla. El efecto es solemne pero henchido de una ternura infantil que conmueve.
Este villancico se expresa con una gran sensibilidad poética y simbólica, abordando la relación de Jesús
con la figura del cordero desde una perspectiva tierna pero profundamente
simbólica. Utiliza un tono infantil y sencillo que contrasta con el mensaje
más profundo que se revela hacia el final, resultando una obra accesible y a la
vez conmovedora.
A lo largo del villancico, varios personajes le ofrecen al Niño Jesús
diferentes animales —un perro, un gato, un ratón, un pájaro—, todos ellos
animales tiernos y juguetones, pero Jesús, con un tono educado y agradecido,
repite que prefiere un cordero. Esta repetición le da al villancico un ritmo
encantador y un cierto suspense, manteniendo al oyente en espera de la
razón detrás de su preferencia.
La revelación final, donde Jesús explica que prefiere al cordero
"porque lo llevarán al matadero", es un momento de gran profundidad. El cordero es un símbolo cristiano asociado a la pureza, el
sacrificio y, por supuesto, a Jesús mismo como el "Cordero de Dios".
A través de este juego inocente, el villancico introduce una referencia a la
futura pasión de Cristo, su sacrificio en la cruz por la humanidad.
El contraste entre el tono infantil y la conclusión espiritual crea un
impacto emotivo, haciendo que el villancico no solo sea bonito y tierno, sino
también reflexivo. Es una hermosa manera de introducir un concepto tan complejo
como el sacrificio de Jesús de una manera que puede resonar tanto con niños
como con adultos.
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